En España cada vez hay más puntos de recarga públicos, según el último Barómetro de la Electromovilidad publicado por Anfac. En concreto, durante el primer trimestre de 2025, aumentaron en 7.633, contabilizando un total de 46.358 cargadores. De estos, 1.538 tienen entre 50 y 150 kW de potencia. Sin embargo, también hay 13.072 puntos de recarga que están fuera de servicio, ya sea porque están en mal estado, averiados o que todavía no se han podido conectar a la red de distribución eléctrica.
Pero Europa se ha plantado y desde abril de 2024 obliga ya a fabricantes y operadores de puntos de recarga rápida, de más de 50 kWh, a mejorar la experiencia de carga para los usuarios. La entrada en vigor del Reglamento Europeo de Infraestructuras de Combustibles Alternativos (AFIR) marca un antes y un después en la recarga de coches eléctricos, imponiendo nuevos estándares en conectividad, métodos de pago, transparencia informativa y seguridad.
Pago con tarjeta y sin necesidad de registrarse
Una de las medidas más importantes de este nuevo reglamento tiene que ver con el pago en las estaciones de recarga de vehículos eléctricos. Así, una de las novedades de esta normativa es la obligación de incluir ya métodos de pago más accesibles y que no impliquen una suscripción o la descarga de una aplicación, como lectores de tarjetas en todos los puntos de recarga de acceso público que superen los 50 kWh. Además, los usuarios podrán consultar en tiempo real información clave como precios, disponibilidad y especificaciones técnicas a través de medios electrónicos.

“Es un paso lógico si queremos construir una infraestructura de carga sólida, eficiente y orientada al usuario”, afirma Néstor Mangas, Key Account Manager de Wireless Logic España, proveedor de soluciones IoT y recientemente incorporado a AEDIVE (Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica).
Conectividad IoT en todo el proceso de carga
Para que la experiencia de carga sea más rápida y segura, ya no basta con disponer de una conexión a internet tradicional con acceso fijo. Se necesitan redes móviles dedicadas, privadas y gestionables. Las comunicaciones móviles —especialmente las soluciones IoT— se posicionan como la mejor alternativa para garantizar la mejor conectividad, especialmente en aquellas localizaciones más complicadas.

Como explica Néstor Mangas, “Una buena experiencia de carga fideliza a los usuarios. Por eso, cada vez más operadores optan por soluciones celulares que aseguren disponibilidad y protección ante ciberataques”.
Una normativa más exigente
El nuevo reglamento AFIR vendrá acompañado a partir del 1 de agosto de 2025 de la norma europea EN 18031, que refuerza la Directiva sobre Equipos Radioeléctricos (RED) e introduce nuevos requisitos para equipos electrónicos. Así, para obtener el marcado CE y poder ser distribuidos legalmente en el mercado europeo, los dispositivos electrónicos deberán estar diseñados para evitar ciberataques, proteger la privacidad de los usuarios e incorporar funciones para evitar fraudes.