El objetivo de estas nuevas motos es, supuestamente, reducir la siniestralidad y para ello las motos no lucen la decoración de la Agrupación de Tráfico, sino que visten como las de calle y están sin rotular. Los métodos de control de tráfico que usa la DGT son de diversos tipos, aunque la mayoría de ellos se basan en el uso de cámaras y radares de cara a controlar los excesos de velocidad y otras infracciones comunes.
Desde la DGT
No obstante, desde el ente presidido por Pere Navarro, están ampliando medidas que ellos creen que reducen la siniestralidad, tal y como ha confirmado el propio director en una entrevista concedida a ‘El País’ en la que ha afirmado que “en verano habrá motos camufladas patrullando por las carreteras”. Sobre lo que ha matizado: “El motorista que está al lado de otro puede ser un Guardia Civil. Sucederá sobre todo los fines de semana para aquellas zonas más conflictivas, de forma que acabaremos con las animaladas”. Pere Navarro ha confirmado por tanto el objetivo de controlar mejor a los motoristas en carretera, debido a que “tres de cada cuatro víctimas son en carretera secundaria, más de la mitad son en fin de semana, en motos de alta cilindrada y por salidas de vía. Y ha matizado que “el conductor tipo tiene entre 40 y 54 años, con 10 años de antigüedad en el carnet de conducir”.
El verano pasado ya confirmaron desde la Dirección General de Tráfico en un comunicado oficial que disponen de “vehículos y motos sin rotular que circularán por todo tipo de vías con el fin de comprobar el correcto comportamiento de los conductores durante la conducción”.

¿Cómo son las motos?
Se trata de motos de gran cilindrada de colores discretos, siendo el gris el más habitual y sin ningún tipo de vinilo que sea distintivo de Tráfico. Por ello, los dos modelos que se han podido ver ya en la carretera son la Honda ST13000 y la BMW R1150 RT.
Estas motos se encargarán de perseguir las infracciones que provocan más accidentes en la carretera como el uso del móvil mientras se conduce o los excesos de velocidad, lo que conlleva sanciones desde 200 euros y con pérdida de mínimo cuatro puntos del carnet de conducir.
A su vez se encargarán de supervisar el consumo de drogas y alcohol a través de los equipos que incorporan en los vehículos de cara a detectar el consumo de estas sustancias. En caso de que se localice algún conductor con síntomas, contarán con la potestad de solicitar la presencia de otro equipo que proceda a someter a los conductores a las pruebas pertinentes. Estas sanciones pueden variar entre los 500 y los 1.000 euros, llegando a perder hasta seis puntos.

No es novedad
Este sistema de motos camufladas no es algo nuevo, ya que en 2023 ya se dejaron ver el año pasado en Galicia, siendo capaces de controlar el tráfico en las principales rutas moteras de esta comunidad. Es más, esta iniciativa se propuso en 2018, cuando Gregorio Serrano era aún el presidente de la Dirección General de Tráfico.
Consejos desde la DGT
El propio Pere Navarro ha querido aprovechar para dar unos consejos con el objetivo de reducir la siniestralidad y los accidentes en carreteras. En primer lugar ha asegurado que es necesario conducir totalmente descansado y no arriesgar, a lo que ha añadido: "Lo demás, todos lo sabemos: ponerse el cinturón de seguridad; si bebes, no conduzcas; no tengas distracciones y, en especial, los motoristas, mucha prudencia".