No hay verano ni conflicto bélico sin subida del precio de los carburantes. Y de nuevo, se ha vuelto a confirmar. Los peores augurios que lanzaban los expertos energéticos hace solo unos días ya se están cumpliendo y el precio de la gasolina y el diésel ya ha comenzado su escalada.
Cuando estamos a las puertas de la primera gran operación salida de vacaciones, que arrancará el próximo 1 de julio, los carburantes en España han vuelto a encarecerse. Según datos del 21 de junio, el litro de diésel se sitúa en torno a los 1,388 €/l, mientras que la gasolina roza ya los 1,477 €/l de media. Esto quiere decir que, en apenas una semana, el precio del diésel ha subido ya un 2,2%, mientras que la gasolina ha registrado un incremento del 1,4%.
Pero, como advierte ya la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), esto es solo el principio de una escalada más intensa que se irá notando en nuestros bolsillos a lo largo de las próximas semanas.

La guerra abierta entre Israel e Irán aumenta la incertidumbre en los mercados
Según apunta ya la OCU, la subida actual en el precio de los carburantes no refleja todavía el impacto completo de la guerra entre Israel e Irán, iniciada el pasado 13 de junio. Desde entonces, el precio del crudo en los mercados de futuros se ha disparado un 22% en el caso del diésel y un 10% en el de la gasolina. Y aquí viene lo más preocupante. Y es que aproximadamente entre el 40 y el 45% de esta subida se traslada directamente al surtidor del diésel por el coste de la materia prima y su refino (un 35% en la gasolina). Esto significa que, en los próximos días, podríamos ver una subida del 10% en el precio del diésel y del 4% para la gasolina. Todo esto, traducido a lo que pagaríamos en las gasolineras, estaríamos hablando de un precio del diésel que podría alcanzar los 1,52 €/l y, en el caso de la gasolina, un 1,53 €/l.
A esta situación hay que sumar los recientes bombardeos llevados a cabo por Estados Unidos en Irán, algo que podría añadir más presión e incertidumbre al precio del crudo, empujándolo hacia arriba. Además, como también recuerda la OCU, mientras que las bajadas en el precio del petróleo se trasladan a los surtidores de una forma más lenta (efecto pluma), no sucede lo mismo con las subidas (efecto cohete), por lo que todavía estaríamos hablando de varias semanas con los precios de la gasolina y el diésel por las nubes.

Un efecto dominó sobre toda la economía
El encarecimiento en el precio del combustible no afectará solo a los conductores. La OCU recuerda que el precio del diésel y la gasolina influye directamente en el coste del transporte de mercancías, y, por tanto, en la cesta de la compra. Se trata, en definitiva, de una subida que se va a notar en el bolsillo de todos los consumidores.
Ante esta situación, la OCU recomienda a los conductores utilizar herramientas como su comparador gratuito de estaciones de servicio, que permite ahorrar hasta un 10% en el repostaje encontrando las gasolineras más baratas. Una opción que, sobre todo ahora, coincidiendo con el aumento de los desplazamientos por carretera, se vuelve incluso más útil al circular por lugares menos conocidos.