A partir de verano de 2025 Citroën pondrá a la venta la segunda generación del Citroën C5 Aircross, un modelo completamente nuevo en el que la marca despliega todo el paquete tecnológico integrado en la arquitectura STLA Medium, es decir, estrena plataforma, motores, diseño, equipamiento, asistentes de seguridad y dimensiones. Deja de ser un SUV más bien compacto en su categoría, creciendo ahora algo más de 15 centímetros en su longitud total. Anchura, batalla y altura también crecen, haciendo que el C5 sea un coche más voluminoso, aunque diseñado para no parecerlo. Concretamente, mide 4,65 m de largo, 1,90 de anchura, 1,66 m de altura y sus ejes pasan a estar separados entre sí 2,78 m. Son, lógicamente, cifras muy parecidas a las del Peugeot 3008, y prácticamente calcadas a las del Opel Grandland, sus dos hermanos de sangre dentro del grupo Stellantis.
Citroën vuelve a poner énfasis en la comodidad avanzada
Lógicamente, el Citroën C5 Aircross es más espacioso, aunque también ha perdido ciertas funcionalidades. Por ejemplo, ya no puede disponer de asiento trasero deslizable, aunque se ha ganado un piso prácticamente plano en todo el habitáculo. Sí sigue conservando tres respaldos independientes. Citroën afirma haber conseguido 51 mm más de espacio de piernas, suficiente cantidad extra para viajar con holgura en su interior. Quizás uno de los mayores cambios que notarán los usuarios es que ahora las banquetas están mucho más cerca del suelo y viajaremos con las rodillas en posición más elevada, pero aquí te esperan butacones mullidos y francamente cómodos, espacio suficiente para introducir los pies debajo de los asientos delanteros, una anchura más que suficiente para que puedan viajar dos adultos a todo confort, salidas de ventilación, tomas USB-C o portabotellas de gran tamaño en las puertas.
Como mera curiosidad, Citroën ha ubicado el asidero desde el que empujar la puerta para abrirla demasiado cerca de las bisagras y su efecto palanca quizás obliga a hacer más fuerza de la deseada, aunque probablemente con el uso la apertura acabará siendo más suave que en las unidades expuestas que hemos tocado, recién sacadas del horno. En el maletero se han sacrificado 15 litros, pasando a disponer de 565 litros y doble fondo que permite dividir el maletero en diferentes alturas en todas las posibles opciones mecánicas.
Las plazas delanteras tienen una configuración completamente distinta a las del Peugeot 3008 u Opel Grandland. En este caso, ni pantalla multimedia panorámica ni de formato horizontal. Citroën se pasa a una de tipo vertical, asegurando además que es la mayor jamás montada en un vehículo del grupo Stellantis. Vistosa, con un funcionamiento óptimo al menos a coche parado, que es como hemos podido tener nuestro primer acercamiento al Citroën C5 Aircross. No echamos nada realmente en falta, tiene una buena resolución, un funcionamiento fluido, parece fácil navegar en sus menús y dispone de un planificador de rutas que facilitará la vida a nuevos usuarios de coches eléctricos, porque el Citroën C5 Aircross también estrena esta tecnología de propulsión. Debajo del sistema multimedia disponemos de botones de acceso directo, aunque en realidad nos redirigen a un menú concreto de la pantalla.
Por ahora, todo parece hacerse de forma intuitiva. Un Head-Up Display opcional complementa el cuadro de instrumentos, en este caso una pantalla de 10 pulgadas situada de forma clásica, es decir, se sigue viendo a través de la mitad superior del aro del volante. Dispone de las ya habituales vistas configurables, aunque tarda demasiado en desaparecer o aparecer la vista nueva solicitada. Nada grave. Aquí, conductor y pasajero disponen también de butacas a prueba de jornadas maratonianas, muy mullidas y confortables en la zona central de base y el respaldo, pero sin embargo, con firmes soportes laterales para muslos y espaldas.
Citroën le ha dado un guiño más que moderno al salpicadero, cuya zona central es la única mullida y está tapizada en una tela muy agradable al tacto. La zona superior, sin embargo, está acabada en plástico rígido, con materiales que dan más sensación de calidad que algunos de los que se utilizan en las puertas o zona inferior del habitáculo. Curiosa la ubicación de los tweeters del equipo de sonido en los extremos del salpicadero, encerrados en sendas cajas y que parecen dispuestas así a propósito para delimitar el espacio de los pasajeros delanteros.
Híbrido, híbrido enchufable y eléctricos. Así es la gama de motores
Hay dos conceptos en los que Citroën ha puesto foco: funcionalidad y diseño aerodinámico. De lo primero, damos fe de que el C5 Aircross se gana una plaza más que destacable como vehículo de orientación familiar tanto por espacio como por presumible confort. Eso sí, no nos han dado la cifra de coeficiente aerodinámico. Citroën combina un frontal limpio y elegante con una zaga verdaderamente atrevida cuyos grupos ópticos reclaman toda la atención, manteniendo el diseño que se mostró en el Concept. Sí, me gustan las formas de estos pilotos desde cualquier ángulo, aunque implica abusar de elementos acabados en plástico negro piano que puede degradarse más con el paso del tiempo.
STLA Medium garantiza una gama multienergía, incluyendo versiones térmicas de 180 CV que sólo estarán disponibles en ciertos países, pero para los mercados principales se apuesta por la electrificación con vocación popular, según la marca, empleando tres diferentes tecnologías, todas ellas ya conocidas en los nuevos SUV de Opel o Peugeot.
El motor de acceso es el Hybrid de 48V, ya con las nuevas especificaciones, es decir, con 145 CV de potencia, manteniendo la caja de doble embrague de 6 relaciones en la que se intercala la unidad eléctrica. Su corazón, ya sabes, un 1.2 de tres cilindros de 136 CV de generación totalmente nueva, con turbo variable y ciclo Miller. El siguiente escalón pasa a ser un híbrido enchufable de 194 CV, combinación del motor 1.6 Turbo de 150 CV con un motor eléctrico de 125 CV. La caja en este caso, aunque también es de doble embrague, tiene 7 velocidades. Esta versión emplea baterías de 21 kWh que se pueden cargar a 3,7 kW o a 7,4 kW de forma opcional y prometen hasta 86 km de autonomía cien por cien eléctrica.
Las dos versiones eléctricas disponibles hasta el momento también comparten especificaciones con otros STLA Medium del grupo. Inicialmente se lanzará con el motor de 213 CV ligado a la batería de 73 kWh de capacidad —versión que anuncia 520 km de autonomía—, o con 231 CV en combinación con la batería de 97 kWh, consiguiendo en este caso 680 km de radio de acción. La carga en CA, a 11 kW por el momento, se ampliará en 2026 a 22 kW si el cliente la quiere instalar de forma opcional, ofreciendo además la función V2L para suministrar electricidad a terceros. En corriente continua, ambas motorizaciones admiten hasta 160 kW.
Citroën vuelve a recurrir a topes hidráulicos para la suspensión, una medida que tal como ya demostró en el C5 Aircross saliente, enfatiza el confort de marca sin sacrificar las cualidades dinámicas del coche. Esta vez, eso sí, este modelo puede usar llantas de mayor tamaño, de hasta 20 pulgadas, dos medidas más que el mayor diámetro disponible en la anterior generación. En cuanto a sistemas de seguridad, son en parte los habituales de un coche de su categoría, destacando el Drive Assist 2.0 como corazón en cuanto a asistencia de seguridad y ayudas a la conducción.
