Dos generaciones de éxito completadas para el SUV Audi Q5 —una para el Sportback, que se lanzó en esta gama en 2021—. Ahora, Audi da un nuevo paso al frente demostrando que no va a dejar de lado a sus coches de combustión. Tal vez no haya revolución, pero sí mucha evolución escondida en su actualizada Plataforma Premium de Combustión, con la que modelos como el Audi A5 o ahora el Q5 pueden combinar el ADN de la marca en cuanto a placer de conducción o nivel prestacional, pero con emisiones más bajas y consumos más contenidos.

Así se ha renovado el exterior y el interior del Audi Q5 2025
Con las actualizaciones que ha recibido el Audi Q5 en su carrocería SUV y Sportback, este SUV de combustión pasa a estar al nivel del Q6 e-tron también en áreas en las que los más recientes modelos eléctricos le habían tomado la delantera a los térmicos, con la ventaja de que el Audi Q5 no sólo dispone de “clásicas” versiones con motores de gasolina y diésel, todas ellas debidamente electrificadas, sino que más adelante sumará también híbridos enchufables con características mejoradas y con las que Audi ofrece un “combo” perfecto en cuanto a movilidad libre de emisiones en la ciudad o para recorridos medios, y prestaciones con autonomías “infinitas” a la hora de viajar.
Es cierto que estructuralmente no ha habido demasiados cambios, pero los Q5 SUV y Q5 Sportback de 2025 pasan a ser modelos de nueva generación por derecho propio. Poca falta hacía en realidad renovar elementos que siguen estando plenamente vigentes, aunque todo en realidad ha recibido un soberano repaso, volcándose en áreas de mayor valor para el cliente.

Una de ellas ha sido la digitalización, a través del cual los nuevos clientes del Audi Q5 se beneficiarán de un diseño interior completamente nuevo, mucho más innovador, pero también más impactante a la vista. El nuevo “entorno” pasa a ser una réplica del que la marca ha estrenado en sus dos coches eléctricos más avanzados, el Audi A6 e-tron y el SUV Q6 e-tron, también incorporado, por cierto, en la nueva generación del Audi A5.
Lógicamente, el elemento más llamativo del interior es el nuevo MMI Panoramic Display cuyo perímetro tiene las líneas maestras de la parrilla Singleframe de la marca. Se compone del Virtual Cockpit, con un tamaño de 11,9 pulgadas, y el MMI Touch, de 14,5 pulgadas en este caso, unificado en una pantalla única de tecnología OLED, ampliable mediante una tercera pantalla, de tipo TFT y con un tamaño de 10,9 pulgadas ubicada frente al acompañante. El nuevo sistema, basado en Android Automotive OS, introduce ya todas las funciones de conectividad y digitalización preparadas para el futuro, pero disfrutando ya en el presente de los servicios más avanzados, un manejo fácil y bastante intuitivo y una calidad visual realmente impresionante.
Cambian los posibles diseños y configuraciones del cuadro digital, donde podemos echar en falta diseños algo más “animados”. Los mandos del volante tienen función háptica y táctil y funcionan con la precisión adecuada. Se han reposicionado los mandos de las luces, ahora ubicados junto a los elevalunas y el control de espejos retrovisores. El volumen de almacenamiento de la guantera central es mayor, hay nuevos huecos para pequeños objetos, un cargador inalámbrico refrigerado de 15W y cuatro puertos USB-C, dos delanteros que pueden suministrar 60W y dos traseros de 100W.

Pese a que Audi emplea cada vez más cantidad de elementos sostenibles o reciclados, la calidad y el aspecto siguen haciendo justicia al posicionamiento Premium de la marca en general y de este modelo en particular.
Funcionalmente, no hay grandes noticias: tanto el Audi Q5 SUV como el Sportback siguen ofreciendo un espacio habitable de calidad y gran volumen de carga, ahora eso sí, mejorado en calidad de vida, porque Audi también ha trabajado para lograr más silencio a bordo de su nuevo coche. Algunas de las medidas están orientadas a lograr un mejor aislamiento, otras a conseguir una aerodinámica más eficiente y, por tanto, también reducir el impacto del aire contra la carrocería. Por ejemplo, se ha revisado el carenado de los bajos en sus secciones delantera y trasera. Hay nuevas cortinas que canalizan el flujo de aire hacia los pasos de rueda de forma más eficiente, también aerodinámicos laterales de nueva factura o un spoiler trasero rediseñado que ahora está integrado en el paragolpes posterior del coche, aunque a mi juicio, quizás sea el elemento menos conseguido a nivel estético.
Todo el equipamiento avanzado que puede llevar el nuevo Audi Q5
Justo aquí, en la zona trasera, vemos más novedades, cómo no, en el apartado de iluminación. Las luces OLED con detección de proximidad que estrenó este modelo en 2020 añaden nuevas funciones que, además, se extienden a la tercera luz central. Compuestos por 6 paneles con 266 segmentos, los grupos ópticos posteriores ofrecen hasta ocho estilos diferentes de iluminación. Igualmente, las avanzadas luces Matrix LED delanteras ofrecen otros tantos estilos para su firma luminosa, además de altísima potencia y adaptabilidad total a las diferentes situaciones de conducción gracias a sus 25 segmentos independientes que interactúan para modificar las características del haz de luz.
Advanced, S-Line, Black Line o S son los acabados disponibles... ya sabes, de más elegante o equilibrado a más deportivo, aunque esperamos un nivel más por encima cuando vuelva el RSQ5. A nivel de equipamiento, ofrece de serie faros LED Plus, climatizador de tres zonas, espejos retrovisores eléctricos y calefactados, cuadro de instrumentos digital, asientos delanteros calefactables y portón trasero eléctrico. También incluye un sistema de sonido con subwoofer, carga inalámbrica para el móvil, navegación avanzada y múltiples funciones conectadas. Destacan como asistentes a la conducción el aparcamiento asistido, cámara trasera, control de crucero adaptativo y diversos asistentes de frenado, tráfico y maniobra.

La versión S-Line mejora el acabado Advanced con llantas de 19 pulgadas, asientos deportivos ajustables eléctricamente, tapicería con costuras en contraste, volante deportivo achatado y un paquete de iluminación ambiental. Su sobreprecio es de 3.900 euros. Black Line, aún más deportiva, añade llantas de 20 pulgadas en negro, cristales tintados, asientos eléctricos con tapicería mixta de microfibra y cuero, detalles oscuros en el exterior y embellecedores cromados oscuros, todo ello por un sobrecoste de 5.500 euros adicionales respecto al S-Line.
Para mayor personalización, se ofrecen paquetes opcionales: Confort (3.120 euros) incorpora faros Matrix LED, cámaras perimetrales, pantalla para el acompañante, llave de confort y un conjunto ampliado de asistentes de seguridad; Premium (6.025 euros) suma además control de conducción adaptativo, luces traseras OLED, apertura de garaje programable, asientos calefactables delanteros y traseros y volante con calefacción y ajuste eléctrico.
Finalmente, el SQ5, la versión más prestacional, equipa llantas de 21 pulgadas, suspensión deportiva, faros Matrix LED, detalles exteriores en acabado cromado mate, carcasas de retrovisores en aluminio, pinzas de freno en rojo, llave de confort y pantalla MMI para el pasajero.
Más cómodo y refinado, pero también más dinámico
Los reajustes de chasis en realidad se circunscriben principalmente a mejoras en el funcionamiento de la dirección paramétrica, siempre de serie, o las suspensiones, con cuatro opciones según motor o equipamiento añadido. De serie, siempre equipa muelle de acero, con muelles más cortos en la versión S.
La primera alternativa para quienes busquen un funcionamiento variable son las suspensiones FSD, que utilizan amortiguadores pasivos de doble válvula que diferencian su funcionamiento en extensión o compresión, siendo las de muelle neumático las más sofisticadas y las únicas que permiten regulaciones individuales por parte del conductor. Todos los coches que hemos conducido equipaban esta opción y, aunque el funcionamiento es realmente exquisito, me hubiera gustado disponer de configuraciones extra con las que poder definir al menos un par de grados más de firmeza.
Según Audi, la amortiguación neumática tiene ahora ajustes más diferenciados en sus extremos, aunque, como digo, sobresale el confort y calidad de rodadura incluso en el modo más deportivo posible. Eso sí, la precisión y facilidad de conducción siguen siendo dos de los mejores valores añadidos que puede ofrecer este modelo.

Más híbridos que microhíbridos, y por supuesto, ECO
De momento hay tres opciones mecánicas, todas ellas electrificadas mediante el nuevo PTG —Powertrain Generator—. A diferencia del anterior sistema de alternador por correa que llevaban los motores MHEV anteriores, ahora va intercalado entre el motor y la caja de cambios —siempre de tipo S-Tronic de 7 velocidades— y se compone de un motor eléctrico que puede proporcionar 24 CV y 230 Nm. Va alimentado por una batería de 48V, 1,7 kWh de capacidad y celdas de litio ferrofosfato, la cual también suministra electricidad al sistema de climatización, garantizando confort de temperatura y humedad dentro del habitáculo cuando el coche está con el motor parado.
Aparte del aporte de fuerza extra a los motores térmicos, o de poder recuperar hasta 25 kW en fases de frenada regenerativa que derivaría a la batería, o incluso de conseguir que las arrancadas del motor térmico resulten inapreciables, este PTG también permite que el Audi Q5 pueda avanzar a baja velocidad con el motor térmico apagado.
Los dos motores de acceso son una muy buena garantía para disfrutar de un nivel prestacional y agilidad mecánica bastante satisfactorios o, además de ello, de consumos y autonomías espectaculares en el caso del diésel. El 2.0 TFSI de 204 CV es mucho más refinado que el 2.0 TDI con idéntica potencia, aunque, como imaginas, el TDI sigue siendo definitivo para viajar. A igualdad de recorrido y estilo de conducción, obtuvimos una media de 9,1 l/100 km con el motor de gasolina frente a 6,7 l/100 del diésel. El primero se puede pedir en versión de dos ruedas motrices —6,5 l/100 km de media oficial— o Quattro —6,9 l/100 km—, mientras que el TDI sólo dispone, al menos por ahora, de tracción a las cuatro ruedas —5,9 l/100 km—. La motorización por ahora más exótica la equipa el SQ5 y el SQ5 Sportback, el conocido y afinado V6 TFSI de 367 CV, que añade a un nivel prestacional ya estratosférico una conducción mucho más emocionante, pero sin perder el habitual equilibrio de las versiones S de la marca. En cuestión de meses llegarán los híbridos enchufables... Larga vida a los Audi Q5.
Precios del Audi Q5 SUV
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Audi Q5 2.0 TFSI Advanced – 61.600 €
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Audi Q5 2.0 TFSI S-Line – 65.500 €
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Audi Q5 2.0 TFSI S-Line Quattro – 67.800 €
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Audi Q5 2.0 TFSI Quattro Advanced – 63.900 €
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Audi Q5 2.0 TDI Quattro Advanced – 62.250 €
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Audi Q5 2.0 TDI Quattro S-Line – 69.150 €
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Audi Q5 2.0 TFSI Black Line – 71.000 €
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Audi Q5 2.0 TFSI Quattro Black Line – 73.300 €
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Audi Q5 2.0 TDI Quattro Black Line – 74.650 €
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Audi SQ5 – 94.690 €
Precios del Audi Q5 Sportback
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Audi Q5 Sportback 2.0 TFSI Advanced – 63.910 €
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Audi Q5 Sportback 2.0 TFSI S-Line – 67.810 €
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Audi Q5 Sportback 2.0 TFSI S-Line Quattro – 70.110 €
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Audi Q5 Sportback 2.0 TFSI Quattro Advanced – 66.210 €
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Audi Q5 Sportback 2.0 TDI Quattro Advanced – 67.560 €
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Audi Q5 Sportback 2.0 TDI Quattro S-Line – 71.460 €
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Audi Q5 Sportback 2.0 TFSI Black Line – 73.310 €
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Audi Q5 Sportback 2.0 TFSI Quattro Black Line – 75.610 €
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Audi Q5 Sportback 2.0 TDI Quattro Black Line – 76.960 €
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Audi SQ5 Sportback – 96.930 €